Según Statistics Canada, el Índice de Precios de Consumo (IPC) aumentó un 5,9% interanual en enero, tras un incremento del 6,3% en diciembre. Los precios de los servicios de telefonía móvil y de los vehículos de turismo contribuyeron a la desaceleración del IPC total. Sin embargo, el coste de los intereses hipotecarios y los precios de los alimentos siguen subiendo.
En enero, los precios subieron un 4,9% interanual, excluidos los alimentos y la energía, y un 5,4%, excluidos los intereses hipotecarios. En ambos casos, el crecimiento interanual de los precios se ralentizó en comparación con diciembre.
En términos mensuales, el IPC subió un 0,5% en enero de 2023, tras un descenso del 0,6% en diciembre. El aumento de los precios de la gasolina fue el factor que más contribuyó al incremento intermensual, seguido por el aumento de los costes de los intereses hipotecarios y de los precios de la carne. Sobre una base mensual desestacionalizada, el IPC subió un 0,3%.
El Comité de Política Monetaria de Nueva Zelanda aumentó el tipo oficial de caja del 4,25% al 4,75%.
El Comité convino en que, como se indicaba en la declaración de noviembre, el tipo de interés oficial debe seguir aumentando para garantizar que la inflación vuelva a situarse dentro de la banda fijada como objetivo a medio plazo. Aunque se observan los primeros indicios de una disminución de la presión sobre los precios, la inflación subyacente de los precios al consumo sigue siendo demasiado elevada, el empleo se encuentra aún por encima de su nivel máximo sostenible y las expectativas de inflación a corto plazo siguen siendo elevadas.
A nivel nacional, la demanda se mantuvo robusta hasta 2022 gracias a la resistencia del gasto de los hogares, la actividad de la construcción, el gasto público y la rápida recuperación del turismo internacional tras la reapertura de las fronteras. La escasez de mano de obra sigue siendo un obstáculo importante para la actividad económica, lo que contribuye al aumento de la inflación salarial. La gente está cambiando de trabajo a un ritmo elevado, en consonancia con la escasez de mano de obra y la fuerte demanda.
Según la Oficina de Análisis Económico de EE.UU. El producto interior bruto (PIB) real aumentó a un ritmo anual del 2,7% en el cuarto trimestre de 2022, según la «segunda» estimación publicada por la Oficina de Análisis Económico. En el tercer trimestre, el PIB real aumentó un 3,2 por ciento.
La estimación del PIB publicada hoy se basa en fuentes de datos más completas que las disponibles para la estimación «anticipada» publicada el mes pasado. En la estimación anticipada, el aumento del PIB real fue del 2,9%. Las estimaciones actualizadas reflejan principalmente una revisión a la baja del gasto de consumo, compensada en parte por una revisión al alza de la inversión fija no residencial. Las importaciones, que son una resta en el cálculo del PIB, se revisaron al alza.
El aumento del PIB real en el cuarto trimestre reflejó incrementos en la inversión en inventarios privados, el gasto de los consumidores, la inversión fija no residencial, el gasto del gobierno federal y el gasto de los gobiernos estatales y locales, que fueron parcialmente compensados por descensos en la inversión fija residencial y las exportaciones. Las importaciones disminuyeron.
La renta personal aumentó 131.100 millones de dólares (0,6%) en enero, según las estimaciones publicadas hoy por la Oficina de Análisis Económicos. La renta personal disponible (RDP) aumentó 387.400 millones de dólares (2%) y los gastos de consumo personal (GCP) aumentaron 312.500 millones de dólares (1,8%).
El índice de precios PCE aumentó un 0,6% en enero. Excluidos los alimentos y la energía, el índice de precios PCE también aumentó un 0,6%. El IPC real aumentó un 1,4% y el IPC real un 1,1%; los bienes aumentaron un 2,2% y los servicios un 0,6%.
El aumento de 312.500 millones de dólares del PCE en dólares corrientes en enero reflejó incrementos de 162.200 millones de dólares en el gasto en bienes y de 150.200 millones de dólares en el gasto en servicios. Dentro de los bienes, el aumento fue generalizado y estuvo encabezado por los vehículos de motor y sus piezas, así como por «otros» bienes no duraderos (encabezados por los productos farmacéuticos). Dentro de los servicios, el mayor contribuyente al aumento fue el gasto en servicios de alimentación.
En enero, el PCE real aumentó un 1,1%, reflejando incrementos del 2,2% en el gasto en bienes y del 0,6% en el gasto en servicios. Dentro de los bienes, los aumentos de los vehículos de motor y sus piezas, así como de los bienes recreativos, se vieron compensados en parte por un descenso de la gasolina. Dentro de los servicios, el aumento de los servicios de alimentación y alojamiento se vio compensado en parte por el descenso de la vivienda y los servicios públicos.
